Sólo en cuestión de minutos, el agua se tiñó de un rojo profundo en el pueblo de Xinmeizhou, provincia de Zhejiang. Intentan revelar las causas del fenómeno.


Los pobladores despertaron y no podían creer lo que veían. El agua de su río se había transformado en sangre, o al menos se había teñido de un color muy parecido.

Los madrugadores habían visto el fenómeno, pero sin poder comprenderlo. A las 5 de la mañana, todo estaba normal. Pero con el correr de unos pocos minutos, fue adquiriendo ese intenso rojo.

El color no llegó solo. Los vecinos percibían un olor muy extraño y desagradable, que nunca habían sentido antes.

La única explicación posible para el fenómeno es la contaminación, que es uno de los problemas más graves que ha traído el desarrollo industrial a China. Pero esa hipótesis tiene un pequeño inconveniente: no hay fábricas cerca del pueblo.
“Lo raro es que siempre pudimos pescar en el río e incluso tomar el agua, porque normalmente era buena. Nadie tiene idea de cómo pudo haber terminado así de contaminado, porque no hay industrias que tiren desechos aquí”, contó un poblador, muy sorprendido.

Expertos en polución ambiental acudieron al pueblo para tomar muestras. Los primeros reportes indican que había residuos de colorante industrial para alimentos.

“Sospechamos que alguien condujo hasta aquí para verter los desechos. Estamos investigando río arriba para ver la fuente exacta de esta contaminación”, explicaron los técnicos

 
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