Hace pocos días leía las historias paranormales de varios trenes fantasma que se han aparecido en alguna ocasión. La mayoría de ellas se sitúan en el Reino Unido y en Estados Unidos, y cuentan las leyendas de trenes fantasma, muchos de ellos tranquilos, pero otros que atravesaban los campos y valles con el silbido característico de los trenes. 


Aunque en este caso, fantasmal… Se me quedaron grabadas en la memoria tres de estos trenes fantasma, que la verdad resultan historias espeluznantes. Uno de los trenes es el Nimbus, un tren de origen británico, un ferrocarril Deltic 55 para ser más exactos.

Los británicos decidieron desmantelarlo en el siglo XX, y el material que se obtuvo de él se utilizó como chatarra. Nueve meses después de ser destruido completamente, el Nimbus reapareció como un tren fantasma, siendo visto por varias personas en muchas vías férreas de Inglaterra.

Una de las historias que más me impactó fue la comitiva fúnebre del presidente norteamericano Abraham Lincoln. Los restos mortales del presidente, así como los de su hijo Willie, fueron transportados en tren hasta Springfield, en Illinois, para la ceremonia del entierro. 

Cuentan que, en cada aniversario de la muerte del presidente, el tren fantasma vuelve a aparecerse en las vías de Estados Unidos. Algunas personas llegan a decir que han visto esqueletos a través de las ventanillas del tren. Cada vez que pasa por alguna estación silba, y algunos jefes de estación cuentan como, al paso del tren fantasma, los relojes de la estación se detienen.

Otra de las historias que se cuentan en Estados Unidos es el tren fantasma de Saint Louis. Sin embargo este tren es de Saskatchewan, en Canadá, un tren fantasma famoso por su luz espectral. Mientras que algunos consideran que son las propias luces del tren, otros piensan que es la linterna del maquinista fantasma, quien asoma su figura espectral por la ventanilla.

Cuenta la leyenda que este maquinista falleció de forma violenta mientras trabajaba, cuando un tren le atropelló, cortándole la cabeza. Con su linterna recorre Canadá buscando su propia cabeza. En realidad nadie sabe cuáles son las causas de la aparición de un tren fantasma. Lo que sí está claro es que debe ser tremendo observar cómo pasa por la estación uno de ellos.


 
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