¿Cómo se vivía en la Grecia antigua? ¿Qué sonidos se escuchaban por sus calles? ¿Qué olores emanaban? ¿A qué sabía su comida? Hasta ahora, la realidad virtual únicamente permitía estimular algunos sentidos por separado, por lo general la vista y el oído, éste era su límite, pero esto puede cambiar en un futuro muy cercano gracias a un proyecto que están desarrollando distintas universidades británicas y con el que se podría llegar a estimular los cinco sentidos a la vez.
Es lo que ellos llaman la virtualidad real. El proyecto fue presentado ayer en Londres en la feria tecnológica Pioneers 09, junto con otros proyectos financiados por el Engineering and Physical Sciences Reasearch Council. El objetivo de esta prestigiosa exhibición ha sido presentar las últimas investigaciones científicas que se están desarrollando en el país y poner en contacto a los equipos de investigación con sectores industriales a los que les podría interesar.
‘Hacia la virtualidad real’ es el nombre con el que se ha bautizado el proyecto que desarrollan de manera conjunta científicos de las universidades de Warwick y de York -además de otras universidades- y con el que quieren crear «una experiencia real en la que todos los sentidos sean estimulados a la vez de tal manera que el usuario logre una experiencia sensorial completa en la que no pueda decir si fue real o no», explica David Howard, uno de los tres científicos líderes del proyecto. Los cinco sentidos serían estimulados mediante un casco.
En el stand de la realidad virtual había ayer una reproducción parcial de un velero, a tamaño real, en el que el usuario se podía sentar y experimentar lo que sentiría con el casco virtual integrador de los cinco sentidos. En el viaje del velero, los sentidos eran estimulados por separado.
A través de unas gafas especiales se visualizaban imágenes 3D de la proa del velero levantándose por encima de las olas, mientras unos aspersores reproducían el intenso olor a salitre del mar, se escuchaba el ruido del viento contra las velas, el aire propulsado por un ventilador golpeaba el rostro y un espray lanzaba agua sobre el rostro.
Concentrar estímulos
«Nuestro proyecto consiste en concentrar todos estos estímulos en un casco parecido a éste», explica Marina Boj, física argentina de la Universidad de Bradford, que también participa en el proyecto, mientras señala un casco ubicado enfrente del velero.
El casco tiene una enorme pantalla en la que se visualizarían las imágenes y unos auriculares que recogerían los sonidos del mar. Se complementaría con unos guantes con los que se generaría una experiencia táctil, y un sensor que se introduciría en la boca y provocaría los sabores.
Por ahora, se trata únicamente de un proyecto, pero puede convertirse en realidad en un plazo de cinco años, si se consigue la financiación que se precisa.
El simulador de los cinco sentidos transformaría la industria turística, al abrir la puerta al turismo virtual. Permitiría enviar a gente a la Luna o a Marte sin moverse, o que dos amigos o familiares que viven en Australia y en España pudiera realizar un viaje conjunto sin salir de casa, únicamente colocándose el casco. «Además, ellos tendrían el control de la situación, ya que con sus decisiones modificarían el viaje», explica Howard.
Este científico de la Universidad York reconoce que lo más complicado es reproducir el sentido del sabor. «El sabor y el olor están muy relacionados y lo que queremos es dar una sensación de textura a algo que tenemos en la boca; si conseguimos el olor, tendremos el sabor», reconoce. Los científicos de la Universidad Warwick están desarrollando un invento pionero para el sentido del olfato.
Esta innovación tendría múltiples aplicaciones en el mundo empresarial, ya que permitiría celebrar reuniones virtuales desde distintos lugares físicos y en el de la educación, porque permitiría a los niños hacer viajes en el tiempo. Otra aplicación sería la medicina, ya que posibilitaría la realización de operaciones virtuales, reproduciendo olores y texturas, o hacer seguimientos de operaciones a distancia.