Una investigación ha demostrado que la contaminación de basura plástica que flota en los océanos se extiende en cantidades mucho menores de lo que indicaban las predicciones. Los científicos esperaban encontrar "100 veces más plástico".
Hace pocos días les informamos sobre la expedición Malaspina, que durante 2010 y 2011 recogió muestras de los océanos que demostraron que el 88% de las aguas contiene plástico de diverso tamaño.
Sin embargo, otro dato que arrojó la investigación, dirigida por el investigador del Instituto de los Océanos de la Universidad del Oeste de Australia Carlos Duarte, revela que el 99% del plástico que se pensaba encontrar, simplemente no fue detectado. "Esperábamos encontrar 100 veces más plástico de lo que hemos encontrado", explica Duarte, según lo cita El Mundo.
"La realidad es que no sabemos dónde está el 99% del plástico que llega al océano".
Según esta investigación, la cantidad estimada de plástico que flota en los océanos varía entre 7.000 y 35.000 toneladas, lo que representa solo el 1% de todo el plástico que hay en los océanos, según explica Andrés Cózar, investigador de la Universidad de Cádiz y coautor del informe.
Lo que parecería una buena noticia para el estado de las aguas del planeta es en realidad un gran reto para el equipo de Duarte y Cózar para entender dónde está todo el plástico que se sabe que termina en los océanos y que no está flotando en la superficie.
Una de las teorías que manejan sugiere que el plástico está siendo ingerido por los pequeños peces mesopelágicos, cuya ración coincide en tamaño con las pequeñas partículas de plástico.
El potencial peligro es que estos peces son a su vez parte del alimento de los atunes y los peces espada.
"Pero nadie, que yo sepa, ha estudiado si en estos grandes depredadores también hay estos contaminantes", agrega Cózar.
Por su parte, Duarte pone este peligro plausible en perspectiva y lo compara con el exagerado consumo de plástico de las sociedades modernas. "La cantidad de plástico que puede llegar a haber en estos peces no es mayor que el plástico que ya ingerimos debido a los envoltorios de todo lo que compramos. Si analizamos la sangre de cualquiera de nosotros, seguro que encontraremos trazas de plásticos. Lo que nos tenemos que plantear es la cantidad de plástico que utilizamos", señala el investigador.